15/2/18

BENICARLÓ: XXV FIESTA DE LA ALCACHOFA


Debido a la gran aceptación que tuvo este viaje, se contrató un autobús de dos pisos con el fin de que pudieran participar el mayor número de socios.




En primer lugar visitamos Peñíscola cuyo casco antiguo está situado en una agreste roca rodeada de murallas y coronada por un castillo levantado por los templarios como su última gran fortaleza. Posteriormente, Benedicto XIII, el Papa Luna, lo transformó en sede pontifificia y se mantuvo en sus trece luchando por su lejitimidad en medio del cisma de Occidente.



Pudimos conocer la ermita de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Ermitana, anexa al castillo y que casualmente estaba abierta. El faro, la casa de las conchas, el museo del mar (antigua escuela de primaria), pero sobre todo, caminar por el entramado de calles que componen la parte mas antigua de la población.


En Benicarló nos hospedamos en el Parador donde pudimos ver a algunos políticos de la Generalitat valenciana, que no quisieron perderse la fiesta de la alcachofa, y eligieron el mismo hotel que nosotros.
Por la tarde-noche tuvo lugar una gran torrada de alcachofas. Nos dieron un vale para canjear por tres unidades de este producto. Habia tanta gente, que la mayoría tubo que esperar una hora en la cola. Otros, optamos por visitar el pueblo y acudir a por nuestra cena cuando ya estaba mas despejado. ¡Estaban buenísimas!




Nos acostamos con la incertidumbre de si podriamos conocer o no, al dia siguiente, el poblado íbero de El Puig de la Nau, ya que habia altas posibilidades de lluvia y en ese caso, la visita no se llevaria a término. Al final todo salió bien. Hay que decir que, mientras nosotros disfrutábamos, en el término municipal de Benicarló, de las magníficas explicaciones de la guía, en Valencia diluviaba.
Como todos los poblados anteriores a la dominación romana, está construido en alto. Tiene la particularidad de que los muros de las viviendas son totalmente de piedra, lo cual ha favorecido su conservación. Estas tenian un piso superior al que se accedia por una escalera exterior. Las calles eran estrechas para dificultar el paso de carros. Dada su proximidad al mar, era un poblado que se dedicaba al comercio, sobre todo, de grano, vino y miel. Los lugares de almacenamiento, estaban situados próximos para facilitar su defensa. Era una sociedad jerarquizada, tenian un jefe que controlaba las actividades comerciales, además de las características de una aldea íbera: casas de dimensionens reducidas, doble muralla defensora, templo, ...




De vuelta a Benicarló pudimos ver el multitudinario ambiente en que se desarrollaba la XXV edición de la fiesta de la alcachofa. A continuación nos dirigimos al Parador donde disfrutamos de la jornada gastronómica. Un selecto y variado bufet en que no podia faltar el producto estrella de la jornada, la alcachofa. Excelente comida de muy buena calidad.




Regresamos satisfechos de haber compartido un agradable fin de semana con la armonía que siempre está presente entre los socios de La Asociación Amigos de La Nau Gran. Cuando llegamos a Valencia ya había dejado de llover.

(Texto y fotos de Carmen Marco)

Nota: Hace cuatro años estuvimos visitando el poblado con José Manuel Talens, en este enlace está el reportaje. BENICARLÓ


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